Un estudio encontró que los síntomas se reducían mucho más con la meditación que con la terapia
Una sencilla técnica de meditación pueda ayudar a aliviar el tormento que sufren los pacientes de una enfermedad intestinal crónica, según un estudio reciente.
La investigación, llevada a cabo en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, encontró que las mujeres con síndrome del intestino irritable que practicaban la "meditación de práctica reflexiva y consciente" (mindful) tenían una reducción en los síntomas de 38 por ciento, sobrepasando con creces la reducción de casi doce por ciento de las mujeres que participaban en un grupo de respaldo tradicional.
Además, la meditación ayudó a reducir la angustia psicológica y mejoró la calidad de vida, según encontró el estudio.
Uno de los autores del estudio dijo que la práctica, que se basa en una técnica budista de meditación, "faculta" a los pacientes a manejar una enfermedad que es difícil de tratar.
"Tratar el SII [síndrome del intestino irritable] no es fácil, incluso con los mejores métodos médicos estándares", señaló Olafur Palsson, coautor del estudio, profesor asociado, psicólogo clínico e investigador del departamento de gastroenterología de la universidad. "Es crónico, y con el tiempo, es difícil de tratar porque es complejo".
La meditación de práctica reflexiva y consciente ayuda a los practicantes a relajarse al enfocarse en el momento, prestar atención a la respiración, el cuerpo y los pensamientos a medida que ocurren, sin realizar juicios.
"Es una forma distinta de usar la mente y ser consciente", explicó Palsson. Anotó que más de doscientos hospitales de todo el país ofrecen el programa de capacitación en meditación de práctica reflexiva y consciente.
El aprendizaje de esta técnica conlleva disciplina, pero "luego de un tiempo, se vuelve algo natural", comentó Palsson. Añadió que "no se trata de un tratamiento clínico, es algo más educativo".
Los hallazgos debían ser presentados el sábado durante la reunión de la Semana de las Enfermedades Digestivas en Chicago. La investigación presentada en reuniones médicas debe considerarse como preliminar, dado que no se ha sometido al escrutinio típico de la publicación en revistas médicas. Además, el número de participantes del estudio fue pequeño, y los hallazgos deben ser confirmados por estudios de mayor tamaño.
Para el estudio, 75 mujeres de 19 a 71 años de edad, con una edad promedio de casi 43, se dividieron al azar en dos grupos. Un grupo participó en una sesión de entrenamiento en meditación de práctica reflexiva y consciente, y el otro en un grupo de apoyo tradicional, ambos con una duración de ocho semanas.
Los grupos calificaron por adelantado el beneficio potencial o "credibilidad" de los tratamientos de forma más o menos igual, según el estudio.
Pero al final de las ocho semanas, el grupo de meditación presentó una reducción de 26.4 por ciento en la "gravedad general de los síntomas", frente a una reducción del 6.2 por ciento en el grupo de apoyo. Para el final de los tres meses, la disparidad persistía ya que la mejora aumentó a una reducción del 38.2 por ciento en los síntomas para el grupo de meditación, frente a una reducción de 11.8 por ciento en el grupo de terapia, encontró el estudio.
Los autores del estudio también anotaron que la meditación de práctica reflexiva y consciente es barata y está ampliamente disponible.
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