Las personas con diabetes corren más riesgo de desarrollar ciertos cánceres que aquellas sin la enfermedad del azúcar en sangre, incluidos el de colon y el de páncreas en los varones y el de pecho en las mujeres,reveló un estudio efectuado en Estados Unidos.
A partir de un sondeo telefónico a casi 400.000 adultos, el estudio —cuyos resultados fueron publicados en la revista Diabetes Care— halló que 16 de cada 100 varones diabéticos y 17 de cada 100 mujeres diabéticas dijeron que tenían cáncer.
Eso, comparado con siete de cada 100 varones y 10 de cada 100 mujeres sin diabetes.
"La asociación significativa entre el cáncer y la diabetes no nos sorprende", dijo Chaoyang Li, epidemiólogo de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), autor del estudio.
Li dijo a Reuters Health que otras investigaciones también hallaron una relación entre la diabetes y el cáncer, aunque no hay pruebas de que una condición provoque la otra.
Luego de tener en cuenta factores como la edad, la raza, el tabaquismo y los hábitos de consumo de alcohol, los investigadores concluyeron que los varones y las mujeres diabéticos eran un 10 por ciento más propensas a haber tenido un diagnóstico de cáncer de algún tipo.
Comparado con las personas sin diabetes, los pacientes diabéticos varones eran más propensos a informar cáncer de colon, páncreas, recto, vejiga, riñón o próstata. Las mujeres diabéticas presentaban más casos de cáncer mamario, leucemia o un tipo de tumor uterino.
En los varones, el mayor riesgo fue de cáncer pancreático, con 16 de cada 10.000 casos entre diabéticos y sólo dos de cada 10.000 entre personas no diabéticas.
El riesgo femenino de leucemia también trepó drásticamente. Una de cada 1.000 mujeres sin diabetes dijo haber sido diagnosticada con el cáncer sanguíneo, comparado con tres de cada 1.000 mujeres con la enfermedad del azúcar en sangre.
Li dijo que aun no está claro por qué la diabetes está relacionada con el cáncer. Los niveles elevados de azúcar en sangre o el exceso de insulina en la sangre podrían aumentar el riesgo, pero esto no se ha probado.
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