En un estudio, tomar 6 o más tazas al día se relacionó con menores probabilidades de enfermedad agresiva, pero es necesaria más investigación
Según una investigación reciente, los varones que tomaban por lo menos seis o más tazas de café al día podrían estar reduciendo en un 60 por ciento su riesgo de cáncer de próstata avanzado.
Este es el primer estudio grande que analiza específicamente la relación entre el café y el cáncer de próstata metastásico, comentó la investigadora principal, Kathryn Wilson. "Este es un hallazgo emocionante, porque no existen muchos factores de riesgo modificables para el cáncer de próstata."
Todavía está lejos de demostrarse una clara relación de causa y efecto, comentan los expertos, y no está clara la forma en que el café podría contribuir a evitar el cáncer de próstata.
"El café contiene muchos compuestos que poseen varios efectos biológicos. Es una fuente importante de antioxidantes y esto podría tener efectos anticancerosos", comentó Wilson, investigadora de epidemiología en la Facultad de Salud Pública de Harvard, en Boston. "Además, el café parece tener efectos sobre la insulina y se ha asociado con un riesgo más bajo de diabetes tipo 2. Asimismo, se considera que la insulina desempeña una función en muchos cánceres, incluido el de próstata."
Según el estudio, los compuestos del café también tienen un impacto sobre los niveles de hormonas sexuales.
Será necesario más estudio para confirmar los hallazgos y para ver si existe una explicación biológica para el fenómeno, comentó Wilson.
El informe fue publicado en la edición en línea del 17 de mayo de la revista Journal of the National Cancer Institute.
Para el estudio, el equipo de Wilson recabó información sobre casi 48,000 varones que participaron en el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud (Health Professionals Follow-Up Study) y les dio seguimiento hasta el año 2008. A partir de 1986 y cada cuatro años, estos hombres informaban acerca de la cantidad de café que bebían.
Posteriormente, los investigadores calcularon el riesgo de cáncer de próstata asociado con la cantidad de café que se consumía. Durante el período del estudio, identificaron 5,035 casos de cáncer de próstata. De ellos, 642 fueron casos fatales en los que el cáncer era metastásico, es decir, se había extendido más allá del sitio original.
El equipo de Harvard halló que tomar seis o más tazas de café al día se asociaba con un riesgo casi 20 por ciento más bajo de desarrollar cáncer de próstata, en comparación con los varones que no tomaban café.
Además, las probabilidades de desarrollar un cáncer de próstata más avanzado o mortal se redujeron en un 60 por ciento, en comparación con los varones que se abstenían de beber café -- un riesgo relativo significativo desde el punto de vista estadístico y "sustancialmente más bajo", según los investigadores.
Incluso los varones que bebían menos café —entre una y tres tazas al día— tenían un riesgo de desarrollar cáncer de próstata mortal 30 por ciento más bajo, y la disminución del riesgo se observó independientemente de si los varones bebían café descafeinado o con cafeína, agregó el grupo de Wilson.
Luego de tomar en cuenta otros factores del estilo de vida, como la edad, el hábito de fumar, la obesidad y el ejercicio, se mantuvo la reducción de las probabilidades de cáncer de próstata, comentaron.
"Esto aporta a las pruebas de varias enfermedades en cuanto a que el café no parece ser perjudicial", comentó Wilson. "Se ha demostrado, con bastante sistematicidad, la relación con un riesgo más bajo de enfermedad de Parkinson, diabetes tipo 2 y cáncer de hígado. Esta constituye otra ventaja potencial del café."
Limitaron el estudio el hecho de que los datos fueran proporcionados por cada uno de los varones, así como también la ausencia de información sobre la ingesta de café en períodos anteriores de sus vidas, apuntaron los investigadores.
Los hallazgos tienen lugar justo después de un estudio publicado la semana pasada y en el que se descubrió que las mujeres que tomaban cinco o más tazas de café al día observaron una reducción significativa en su riesgo de padecer una forma particularmente agresiva de tumor en las mamas. El estudio sueco, a cargo de un equipo del Instituto Karolinska en Estocolmo, fue publicado en Breast Cancer Research.
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