Expertos señalan que un análisis de sangre podría detectar esta afección antes de que aparezcan los síntomas
Una investigación reciente señala que una simple prueba sanguínea diseñada para detectar los primeros signos de enfisema podría algún día ocupar un lugar entre las pruebas estándares a las que se someten la mayoría de los pacientes en su examen físico anual.
Aunque este método de detección novedoso ha mostrado ser muy promisorio en investigaciones preliminares patrocinadas por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., los investigadores advierten que se necesitan más estudios antes de que la prueba esté disponible.
Una prueba fácil de administrar que pueda detectar el enfisema incluso antes de que aparezcan los síntomas sería de gran importancia para la atención de los fumadores, que son los más vulnerables a tener esta enfermedad debilitadora y potencialmente mortal.
"Sabemos por otros estudios que los fumadores que se enteran a partir de pruebas objetivas de que su salud está en peligro son mucho más propensos a dejar de fumar", señaló en un comunicado de prensa el Dr. Ronald G. Crystal, director y profesor de medicina genética e interna del Colegio de Medicina Weill Cornell, y autor principal del estudio. "Es lo único que podrá ayudarlos a evitar este trastorno mortal".
"Necesitamos una prueba de sangre que se pueda administrar al 20 por ciento de los adultos que fuman así como a los que no fuman pero que están expuestos al humo de segunda mano, que quizá no tengan conciencia de su riesgo de desarrollar esta enfermedad pulmonar progresiva", agregó.
Crystal, que también es director de la división pulmonar y de medicina de cuidados críticos del Centro Médico Weill Cornell/New York-Presbyterian en la ciudad de Nueva York, informó sobre los hallazgos de su equipo en la edición del 14 de marzo de la American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine.
El nuevo mecanismo de detección del enfisema se diseñó para medir la presencia en el torrente sanguíneo de residuos capilares, conocidos como micropartículas endoteliales o MPE, que resultan del daño a los sacos de aire de los pulmones, llamados alvéolos. Los investigadores apuntaron que los sacos de aire son esenciales para la función respiratoria, y su deterioro a causa de la EPOC destruye en última instancia a los pulmones, lo que hace que tengan una apariencia de queso suizo, un indicador de la enfermedad.
Cuando se evaluó a no fumadores sanos, fumadores sanos y fumadores que tenían signos de enfermedad pulmonar, se encontró que la nueva prueba para PME era casi infalible en la detección de los primeros indicios de enfisema, en comparación con el método actual de detección del enfisema conocido como DLCO, o prueba de difusión pulmonar, que mide qué tan bien los pulmones intercambian oxígeno y dióxido de carbono.
La nueva prueba, según los investigadores, también es mejor que la prueba actual en la detección de los primeros signos de la enfermedad y se puede hacer sin la intervención de un neumólogo.
Además, apuntó, poder diagnosticar fácilmente el enfisema en una fase temprana podría ser el impulso que los profesionales de salud necesitan para que sus pacientes fumadores pongan fin a su adicción.
Por último, la detección temprana puede marcar la diferencia en la gestión del enfisema.
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