Hasta un tercio de los pacientes con cáncer sufren problemas cognitivos por el uso de opioides contra el dolor, reveló un estudio europeo publicado en Journal of Clinical Oncology.
Los pacientes tratados con 400 miligramos (mg.) o más de opioides tenían más riesgo de padecer disfunción cognitiva.
"Es un problema común, pero difícil de separar de otras causas del deterioro cognitivo, como otras medicaciones, la quimioterapia, las infecciones (y) los problemas metabólicos", dijo el doctor Steve Passik, psicólogo clínico del Centro Médico Memorial Sloan-Kettering, en Nueva York, que no participó del estudio.
"Hay muchos casos de disfunción cognitiva, y el desafío es identificar su causa", agregó.
El equipo de la doctora Geana Kurita, del Rigshospitalet, en Copenhague, Dinamarca, evaluó a 1.915 adultos con cáncer en base a la escala estandarizada Mini-Mental State Examination (MMSE) y los calificó según los resultados: 0-23 (disfunción cognitiva definitiva), 24-26 (posible disfunción cognitiva) y 27-30 (sin disfunción cognitiva).
El cáncer de pulmón fue el único de los 11 tipos de cáncer que estuvo asociado con un menor rendimiento cognitivo, lo que, para los autores, podría estar relacionado con factores específicos de la enfermedad, como la anemia, la quimioterapia y la radioterapia craneal.
Al igual que las altas dosis de opioides, otros factores relacionados con un mayor deterioro cognitivo fueron la edad y un menor rendimiento en la escala de Karnofsky y en la evaluación a los 15 meses del diagnóstico.
Dado su diseño, el estudio sólo sugirió "factores que podrían alterar la función cognitiva, pero no las causas de la disfunción", escribió Kurita a Reuters Health.
De todos modos, con estos resultados, "los médicos podrían mejorar la planificación de la terapia, adelantarse a la posibilidad de la aparición de la disfunción cognitiva e incluir un plan de manejo de los factores que se pueden revertir", agregó.
Passik opinó que los niveles bajos de testosterona podrían influir en la aparición de la disfunción cognitiva asociada con el uso de opioides y que la terapia de reemplazo hormonal podría ser una opción terapéutica.
La causa o la intensidad del dolor no afectaron la función cognitiva en el estudio, pero los pacientes con las tasas más altas de dolor súbito y punzante tenían una mejor función cognitiva, "lo que indicaría que el dolor repentino contrarrestaría los efectos sedantes de los opioides", sugirieron los autores.
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