Por su importancia económica y social, pero también porque durante mucho tiempo las enfermedades cardíacas se pensaban como enfermedades básicamente masculinas, el estrés laboral ha sido ampliamente investigado.
El estrés laboral tiene graves consecuencias tanto para la salud de las personas como para las empresas donde trabajan.
La actividad laboral es generadora de estrés y en el interés por conservar los puestos de trabajo el afrontamiento de la situación es, en principio, más psicológico que físico. De este modo no se alcanza a consumir la energía resultante, presentándose un estrés negativo o distrés.
Entre los principales factores generales que provocan estrés laboral encontramos un curioso círculo nocivo constituido por:
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El avance tecnológico: tiene como consecuencia que el trabajo manual, artesanal, creativo, que ha sido considerado fuente de estrés positivo o eustrés, haya sido reemplazado por un trabajo mecanizado, automatizado, en cadena, de ritmo muy veloz, que, muy posiblemente provoque una menor fatiga física, pero que ocasiona estrés negativo en virtud de una mayor estimulación psicológica e intelectual.
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A su vez, desde la situación social como trasfondo y explícitamente en las organizaciones de trabajo concretas, existe la exigencia de una calma aparente, y el soportar las presiones sin posibilidad de protesta.
Esto último, potencia los factores que causan el estrés negativo y conduce a salidas consideradas como hábitos nocivos (el alcohol, el tabaco, los psicofármacos, las drogas, la alteración de la dieta que lleva a la obesidad, etc.) que agravan el distrés y suman factores de riesgo de salud.
El estrés laboral surge a partir del desajuste entre la persona, el puesto de trabajo y la propia organización.
La persona percibe que no dispone de los recursos suficientes para enfrentar la problemática laboral y el estrés se hace presente.
Este tipo de estrés provoca insomnio, problemas digestivos, dermatológicos y cardíacas.
Tipos de estrés laboral
En un primer momento, podemos distinguir dos tipos de estrés laboral.
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El episódico, como por ejemplo el ocasionado por un despido.
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El crónico que aparece frente a una permanente exposición de la persona a factores psicosociales negativos en el entorno laboral.
Desde el punto de vista de la salud, el primero puede desencadenar un episodio agudo en una persona que ya tiene desarrollada una patología (lo sepa o no), por ejemplo un IAM. El segundo, el llamado estrés crónico es el que debilita los sistemas cardiovasculares favoreciendo el desarrollo de distintas enfermedades cardíacas.
Las principales modalidades del estrés laboral contemporáneo
Hoy en día se consideran como las modalidades más frecuentes del estrés laboral al burn-out, el tecnoestrés y el acoso institucional, cuyos rasgos y causas presentamos en el siguiente cuadro:
Cuadro de las diferentes modalidades de estrés laboral
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