El estrés social, la interacción con los otros, y, en general, los cambios sociales, impactan en la salud. Los cambios de trabajo, las mudanzas, entre otras alteraciones importantes en la vida, aumentan dos o tres veces el riesgo en las enfermedades cardiovasculares, independientemente de otros factores más tradicionales, edad, sexo, tabaquismo, colesterol, hipertensión, etc.
Diferentes estudios han considerado esta relación. En 1970 Harburg señaló que la hipertensión está menos generalizada en sujetos con bajo estrés psicológico, que en sujetos que viven en un ambiente de alto estrés.
Dentro de los factores sociales que los investigadores han considerado de mayor influencia en la ocurrencia de enfermedades se destacan la clase social y la situación laboral.Se ha comprobado que los factores socioeconómicos también influyen en la salud. La relación que se puede establecer entre ambos es la siguiente: a menores niveles en el status económico, mayor riesgo de enfermedad. Si bien esta hipótesis incluye una pobre nutrición, un mínimo cuidado médico y mayor carga infecciosa, estas variables no darían cuenta enteramente de las diferencias.
Por el contrario, se ha sugerido que el aumento de mortalidad en las clases socioeconómicas más bajas podría estar relacionado a elevados niveles de estrés ambiental.
Por otra parte, la disposición arquitectónica del ambiente laboral, los riesgos por tipo de trabajo, y el ruido excesivo o no querido en los lugares de trabajo, impactan sobre el estrés y la salud. Otros estresores —las presiones en el tiempo laboral, las asambleas de trabajadores, la responsabilidad por la seguridad de los otros, superiores insoportables y sobrecarga de trabajo— están asociados con el aumento de ocurrencia de hipertensión, infarto de miocardio y otras enfermedades no cardiovasculares.
El estrés ocupacional podría derivarse de sentimientos de pérdida de control. Frankenhaeuser demostró que no sólo las demandas en el trabajo, sino la baja, o la falta total, de control en las tareas influyen muy fuertemente en la salud y el bienestar de los individuos.El estudio Framingham señaló una alta ocurrencia de enfermedad coronaria entre mujeres con alta demanda en su trabajo pero poca supervisión.
Otro elemento importante, asociado al estrés laboral, es el de los valores materiales. Algunos sujetos pueden basar casi totalmente su autoconcepto en la cantidad de dinero que ganan. Así, pueden intentar aliviar cualquier tipo de duda sobre su persona con intentos compulsivos de hacer más y más dinero.
El sacrificio de las relaciones sociales, con el objetivo de lograr resultados materiales, es una de las causas más importantes de la alienación personal y social en los niveles gerenciales actuales. Estos sujetos llegan a levantar grande defensas para no reconocer los conflictos entre la realización de orden material y otros valores como —por ejemplo— un trabajo interesante, la importancia de sus relaciones sociales, etc.
Por último, el valor otorgado a la realización material origina estrés en la medida en que los sujetos no han elegido estándares apropiados para juzgarse a ellos mismos. Su esfuerzo podría dirigirse sólo a impresionar a los otros con altos y visibles niveles de realización material.
En el otro extremo del factor trabajo también hay que tomar en cuenta la relación salud y desempleo. Desde este punto de vista es necesario considerar el importante factor de tensión que representa el desempleo para aquéllos que no encuentran trabajo por primera vez, o para aquéllos que, capacitados para alguna actividad profesional, se encuentran privados de poder ejercerla.
Para algunos investigadores un importante amortiguador de los trastornos emocionales causados por el desempleo es el apoyo social. Esta hipótesis se extiende cada día más y se concreta en la consideración académica de programas de investigación y en la aplicación directa de redes sociales de apoyo.
Podemos definir el apoyo social como una asistencia a las conductas de afrontamiento o la participación activa de otros en los esfuerzos del sujeto para reaccionar ante situaciones de estrés.
La falta de redes de apoyo apropiadas compromete el sistema de defensas del organismo aumentando la vulnerabilidad individual.
Se ha sugerido que los factores tradicionales de riesgo —tabaquismo, colesterol elevado, obesidad, hipertensión— generalmente no tienen una relación tan directa, como cabría de esperar, en el desencadenamiento y desarrollo de la enfermedad. Puede suponerse que algunos individuos estén protegidos de las consecuencias adversas de los factores tradicionales por un efecto positivo del soporte social.
Para Syme los cambios de vida más importantes en relación al desarrollo de enfermedades son:
- La ruptura de una relación
- Los cambios de trabajo
- Las mudanzas de hábitat
- El divorcio o pérdida de un amor
La diferencia, respecto de los riesgos de coronariopatías, entre hombres y mujeres podría relacionarse con el soporte social, en tanto que los hombres presentarían menos lazos íntimos.Una relación de apoyo involucra la comunicación de adaptación y amor. La percepción de ser amado y valorado y de la preocupación de los otros por nuestro bienestar, actúa como medio de protección. Pero, lo más importante es que el apoyo social no sólo sea un percepción de un otro accesible y disponible, sino también adecuado para el sujeto. Un apoyo no percibido como adecuado es, finalmente, ineficaz.
Son sus características personales y sus habilidades sociales las que posibilitan, a un sujeto, el alcance de mayores o menores niveles de apoyo de su red social.
Numerosas investigaciones han señalado los beneficios psicológicos y físicos del soporte social y muestran cómo el apoyo social permite un mejor ajuste psicológico a las situaciones estresantes, como —por ejemplo— recuperarse más rápidamente de una enfermedad diagnosticada y hasta reducir el riesgo de mortalidad en el caso de enfermedades específicas.
Algunos de los efectos positivos del apoyo social se consideran efectos directos. Es el caso en que estos efectos se dan en individuos de bajo estrés. Pero también son importantes los efectos amortiguados, con una función protectora, altamente positiva, en individuos bajo altos niveles de estrés.
Los mecanismos a través de los cuales la red social activa y efectiva influye positivamente en la salud son menos visibles que las asociaciones causales entre factores tradicionales de riesgo y enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, Sluzki señala cuatro procesos por los cuales la existencia, o carencia, de una red social de apoyo afecta positiva, o negativamente la salud de un sujeto:
1. La reacción de alarma se mitiga con la presencia de figuras familiares.
2. Las relaciones sociales contribuyen en la donación de sentido a la vida de sus miembros.
3. La red provee una retroalimentación cotidiana que permite corregir las desviaciones de la salud.
4. La red social favorece actividades personales asociadas positivamente con la sobrevida.
El apoyo social resulta útil para llevar a cabo estrategias de prevención primaria, y es particularmente relevante para la prevención secundaria y la rehabilitación. En este sentido, Cornes propone algunas estrategias posibles de intervención:
- Enfatizar el entrenamiento de habilidades sociales para reducir el aislamiento, el sentimiento de soledad y de indefensión.
- Desarrollar el sentimiento psicológico de comunidad favoreciendo la integración social de los sujetos.
- Identificar y reducir a mínimos posibles los acontecimientos vitales estresantes.
- Fomentar las asociaciones de individuos a cualquier nivel como forma de estrategia de afrontamiento.
Para Sluzki, los miembros de una red social se agotan en su acción de soporte en una proporción inversa a la lealtad, la historia en común, y la ética de quienes ejercen las conductas de cuidado.
En virtud de una relación bidireccional entre el sistema de apoyo informal y el paciente, en nuestros días donde, en palabras de Sluzki, se "ha reducido las actividades tribales con la familia extendida" (Sluzki, 1995, p. 122) la función de las redes sociales formales —profesionales, instituciones y servicios de la comunidad— adquiere mayor relevancia.
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